Agroalimentario

Entre Benicarló, Càlig, Peñíscola y Vinaròs se han comercializado en los últimos años más de 3,5 millones de alcachofas bajo la Denominación de Origen Protegida Alcachofa de Benicarló, que cuenta con más de 300 hectáreas de cultivo inscritas.

La apuesta por la calidad distingue también a otros productos castellonenses con gran arraigo y reconocimiento como las 39 variedades de aceite de oliva virgen extra (AOVE), en buena parte en modalidad de producción ecológica, que obtienen reconocimientos.

En una línea de excelencia se sitúan también varios de los quesos de la provincia, con penetración en un segmento ‘gourmet’ en el que también triunfan la selecta trufa –especialmente la exclusiva trufa negra- o los turrones y mermeladas de la provincia. Un tejido productivo caracterizado por la búsqueda de la máxima calidad como vía para la consolidación en los segmentos más deseados del mercado. Por otra parte, el sector vitivinícola de Castellón se ha visto revitalizado en las últimas décadas con numerosas bodegas que se han sumado a las cooperativas. más tradicionales, habiéndose desarrollado desde 2003 la Indicación Geográfica Protegida IGP-Castelló, con 16 bodegas certificadas y un gran abanico de variedades de alta calidad.